Un
hilo de Sangre atraviesa mi cuerpo
Deseo
insaciable; carcomido
Penden
de él en orgía unida
La
Fuerza y la melancolía.
Ella:
absurda.
Lejana Serena,
Vacía,
se
aleja insoluble;
Corrosiva.
Traidora
de la madrugada
-Huésped
profana-
En el
deseo;
Prohibida.
Una
lágrima púrpura aniquila,
Maldita,
nada insaciable que
con
canto crepitante me alucina que
con
armonía disonante me sueña.
¡Hilo
de sangre!
Hiéreme,
corta
mis manos
Que
ardan mis dedos
Deja
que cargue con la quimera que me has dejado.
Me
hiciste de silencios, de acentos,
De
Sonidos que son vestigios del sol;
Clave
maldita
-Mi
dulce asesina-
Si ahogarte
pudiera
En una
fantasía lo haría,
Desnuda danzaría
sobre
la ceniza sacra,
Por
enmudecer los sollozos de tu existencia
Cortaría
una línea do – mi de los cuatro espacios de mi alma
Crearía
un acorde que desfallezca.
¡Que
surja lágrima en mi cuello!,
Sed no
tendría en el desierto.
Melancolía,
fuerza,
Acaso
mi sangre,
Por la
paz al final del invierno;
-Todo-,
Por
poseerte muda un segundo
Sobre
mis dedos.
***
Le dejo estas líneas de mi piel, no pudiendo encontrar lector más
desafortunado que usted. No pretendo convertirle en mi admirador más selecto,
ni que le llenen estos versos al igual que sus poetas favoritos olvidados, y de
los que hoy pudiese desprender sus más elocuentes sentimientos. Deseo
simplemente contrariarle, llenarle de arrítmicos reencuentros, de
insatisfacciones, de incoherencia, de disonancia. Que su mente no llegue al
punto del gusto ni del disgusto, si no que flote enredada, sujeta a las intermitencias
del pensamiento. Le recuerdo que quedaré tan impregnada a usted como cada ausencia que me dejó, lejos
de poder dejarle, le sujeto con cada verso, segura de que no quedará nada que
le permita un vestigio de olvido, de alejamiento indeseado.
RETROUVAILLES
Para ti, que has sabido llenarme de ausencia.
I
Te voy encontrando,
Recorriendo trémulamente,
Lánguidamente,
Situado en el destino de tu aliento,
De tu voz de arco sobre el punto
distante,
En los residuos de tu piel,
De tu iris descompuesto,
De tu barco naufragante,
Tímido, eréctico,
Recorrido,
Caminando sobre tu sombra,
Seca de estar deshojada,
Quieta, llana,
Envolviéndote hasta fulminarte
Entre mis brazos cansados.
II
En hojas grises te veo
Tu cuerpo cruzado en silencio
Trémulos se mueven los dedos
Tu cuerpo cruzado en silencio
Trémulos se mueven los dedos
y hallo vacío
deshielo, y polvo torcido.
Espera cansado un filamento
Deshojo la piel podrida
Equivoco la curva
Corto el golpe
Grito humedad.
Aparta la arena que busca,
deshielo, y polvo torcido.
Espera cansado un filamento
Deshojo la piel podrida
Equivoco la curva
Corto el golpe
Grito humedad.
Aparta la arena que busca,
Estorba el ojo
Toca el punto
Laberinto oblicuo
Grito pálido
Huye / fragmento de olvido
Asco discontinuo.
Toca el punto
Laberinto oblicuo
Grito pálido
Huye / fragmento de olvido
Asco discontinuo.
III
Tres golpes,
Incendio de tu piel,
Trastoques vestigios,
Las costillas enredadas en el pelo,
Reencuentros subterráneos.
Tus miradas en mi ojo.
El vacío lleno De ausencias remotas,
De fronteras reverberadas
Y voy cayendo arrítmicamente
En tu epidermis de arena.
IV
Recuerdo,
Abrirse entre tus párpados
Un murmullo verde,
Liso,
Con olor a asfalto cristalizado,
Sacudirse como brochas desmembradas,
Tus orbitas estrechas,
Cuencas que se abren
Ante el dejo de mi risa,
Encontrarte perdido,
Palpitante,
Resentido de tanta ausencia,
Olvido de mí,
Lleno de líneas infinitas
Choques asimétricos
Distancias que fluctúan
Retorcidas de tanto volver,
Y esa sombra en la pared
Gris de esperar
Seca de no volver a ver. (Me)
V
Sentiría como cae el acorde,
Pero me he perdido,
Y aun de tanto fragmentarme,
Encontrarte palidece
Un espectáculo recíproco
Y al padecer sentía
Que el compás calla
Trémulo del aliento
De hierba airada Sin afán de quema
De ti,
De lo que raya el suelo,
Negro asilo,
De mí,
Que perdiéndote Me encuentras,
Cual roca
De altivez reseca,
De delicias callada,
Y sin mí,
Una fuga resuena,
De silencio, de delirio,
De lo que es todo,
Y para mí es nada.
VI
Te llevo en cada párpado perdido de
tu amor que es mi sombra,
Te llevo en mi aliento y te sobrevivo,
Colgando en murmullos.
Llévame, que la vida se me viene y
me alejo,
Quédame y envuélvete que el tiempo
nos fragmenta.
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